jueves, 6 de diciembre de 2012

Una Historia Medieval

Un día una familia empieza a separarse de la sociedad, haciéndola retroceder fuera de un habito de una vida privada cada vez más amplio en el siglo XVIII.
La casa moderna, tiene habitaciones independientes poniéndole puertas a un pasillo de acceso. Se dice que el confort data de esta época: nació al mismo tiempo que la intimidad, la discreción,   el aislamiento. Ya no hay camas en cualquier lugar, se encuentran en los dormitorios y un cuarto pequeño de aseo.
En las habitaciones más aisladas ya no entran los criados salvo en los palacios de los príncipes. Sebastien Mercier anota como costumbre reciente el que las damas utilizaran la campanilla para llamar a las criadas.
Se dice también, que a finales del siglo XVIII   para ir a visitar a los amigos o a alguna persona, se tenía que avisar previamente.
Los antiguos términos, tales como “señora” (madame) han desaparecido.
La familia del siglo XVII   no es familia moderna, y se distingue de ella por la enorme sociabilidad que aun conserva.
La familia moderna se aísla de la sociedad, y pone a esa sociedad del grupo solitario de padres e hijos.